Así que, vuelta a ponerse la hakama y empezó la clase. Ella no hablaba una palabra de inglés siquiera, pero siguiendo sus pasos fui aprendiendo. Lo gracioso fue que tomé esa clase, luego otra la semana siguiente, al final de la cual me invitó a participar de una presentación que se hacia en el ámbito de una especie de miniconvencion de practicantes del Noh. Así que ahí estuve, tuve mi debut temprano, disfrutamos de varias horas de Noh, me puede vestir con el atuendo tradicional y quedamos en seguir aprendiendo después de las vacaciones (agosto). La sección que representé pertenece a la obra Tsurukame, lo único que pude averiguar es que significa grulla y tortuga, dos animales relacionados con la inmortalidad y la bienaventuranza. Además que la obra pertenece al tipo de obras donde el personaje principal, actúa como un ser humano pero luego, utilizando una máscara y vistiendo otro traje, revela su verdadera naturaleza de ser divino.
Me atrae mucho ese aspecto solemne y profundo del teatro tradicional. No es precisamente lo que entendemos por teatro en Occidente, donde se privilegia la mayor expresividad, espontaneidad y movimiento del cuerpo. Aquí todo lo contrario, todo esta sumamente previsto y controlado, las obras de Noh que se presentan actualmente han permanecido prácticamente sin cambios en los últimos 500 años. Al mismo tiempo, dentro de todo ese control, hay una profunda expresión, es difícil de explicar, los actores dentro de esos estrictos limites pueden interpretar con un particular estilo su papel, e incluso pueden tras una mascara rígida expresar emociones contrarias, como lo hacen, no lo se.
Aqui se observa claramente la hakama
Otro aspecto importante del Noh es la forma de recitado, los cantantes experimentados sacan el sonido desde el estómago, dándole un sonido muy particular y vibratorio a las palabras. El sonido tiene un efecto profundo sobre las personas y el ambiente. Pueden escuchar algo en los videos que siguen:
La escenografía es completamente austera, el escenario tradicional tiene 6 x 6 metros, y detrás se coloca como fondo una imagen de un árbol. Aparentemente representa el lugar donde el kami o la deidad se revelaba, a los pies de un viejo árbol de ramas retorcidas. Como les decía, el Noh viene de la época medieval, y procede del ámbito religioso, su forma proviene de las danzas rituales que se efectuaban en los templos y santuarios, su contenido de las escrituras budistas cruzadas con la mitología y el folclore japonés. El teatro occidental, desde sus orígenes griegos (e incluso nos podemos remontar a Egipto), también deriva de representaciones religiosas que luego se secularizaron. El teatro medieval europeo comenzó en la puerta de las iglesias, los actuales pesebres vivientes son una muestra de ese tipo de representaciones donde se reactualiza un hecho de profundo significado religioso, pero sigamos hablando del Noh. El Noh esta relacionado directamente con el ámbito aristocrático, evolucionó de diversas artes populares y aristocráticas como la acrobacia, el malabarismo, la prestidigitación y la pantomima. Precisamente la configuración actual se atribuye a Kiyotsugu Kanami (1333-1384) y principalmente a su hijo, Motokiyo Zeami (1363-1443). Kanami fue patrocinado desde los 20 años por el futuro Shogun Yoshimitsu Ashikaga (1358-1408). El integró por un lado las cuatro artes mencionadas o Sarugaku, desarrolladas en la corte a partir de la importación de China, y el Dengaku, que era un conjunto de rituales y danzas que se practicaban con fines practico-religiosos, como augurar buenas cosechas o apaciguar los espíritus malignos. Eran bien conocidas en las provincias, en el ámbito del sincretismo entre budismo y shintoismo. El resultado de la fusión fue un arte muy refinado, adaptado al gusto aristocrático.
Su hijo Zeami tuvo un papel mayor en el desarrollo del Noh actual. Cuando tenía apenas 8 años actuó para el shogun, le causó tan buena impresión que se convirtió en su mecenas. Así pudo educarse en el seno de la corte, desarrollándose con el tiempo no sólo como actor sino también como escritor de obras (se piensa que tomó y mejoró obras de su padre), de tratados de estética y de instrucción para los actores. Su libro más famoso, Fushikaden, Transmisión de la flor y el estilo, escrito en 1423 salió al público recién en 1905, ya que se había mantenido en secreto por una antigua familia de actores. El impuso en cuanto a estilo lo que se denomina yugen o “elegancia tranquila”, ese movimiento profundo y solemne que nombrábamos al principio. La ventaja de haber sido soportado por el shogun Yoshimitsu Ashikaga escondía su debilidad, a la muerte de éste, el shogun que lo sucedió prefirió favorecer las formas anteriores de teatro y, sumado a las intrigas de sus actores rivales, Zeami terminó exiliado en una isla del mar interior, al sur de la capital. La desgracia de Zeami fue beneficiosa para los que continuaron su arte, ya que durante el exilio (que duró hasta su muerte parece) escribió muchos de sus textos estéticos y críticos.
En cuanto al Noh, gozó de los favores del shogunado mientras duró, cuando comienza la era Meiji corrió serio peligro de desaparecer, pero recuperó su fuerza hacia 1912 y, tras las dificultades de la segunda guerra mundial, luchó para sobrevivir hasta nuestros días. En el 2001 se inscribió en la lista de patrimonio mundial intangible de
Una cosa a tener en cuenta es que en su origen el Noh era practicado sólo por hombres, por tal razón los registros de las voces son bastante graves y resulta dificultoso a una mujer poder cantar adecuadamente. Más adelante volveremos a tratar este tema, cuando retome las clases con la maestra Yoda. Que la fuerza los acompañe.
Para saber más:
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