De Rosario a Japón

Hace unos meses que estamos viviendo con Laura, mi señora, en Japón y nos sigue resultando un sueño. La historia comienza en Rosario, Santa Fe, Argentina, en diciembre de 2005. Me entero por el diario de que el gobierno japonés ofrecía becas de estudio para extranjeros. Ella reunía los requisitos generales para acceder a la beca, pero cuando le comenté rechazó la idea en principio. Hoy se ríe de ese momento. Como ven, siguió "procesando" la propuesta, lo pensó y aceptó, luego me comentó que había sentido que ese era el camino, nuestro camino. En febrero visitamos el Centro Cultural e Informativo de la Embajada del Japón en Buenos Aires, a fin de marzo se rendía el examen, en dos meses Laura estudió el japonés que pudo, armamos un proyecto de investigación para desarrollar aquí, y en julio llegó la comunicación con la aprobación definitiva de la beca. El 2 de octubre tenía que pisar tierra japonesa, la tierra de crisantemos, la flor que simboliza al emperador japonés y que es por lo tanto, la flor nacional.