lunes, 3 de septiembre de 2007

Tumbas del silencio

A unos 15 kilómetros al sur del departamento donde estamos viviendo, se encuentra un interesante sitio arqueológico digno de visitar un espléndido domingo como el de ayer. Fuimos en bicicleta y gracias al Google Earth no nos perdimos en la entramada red de caminitos, calles, rutas, puentes, túneles, autopistas y vías de tren. En la foto satelital podemos divisar el sitio de la tumba, emplazado en la montaña. Como prueba del laberinto de vías de transporte, en la foto se pueden ver las vías del tren común, a la izquierda, del otro lado de la montaña la vía del tren bala que se interna en la misma por un túnel y en diagonal una ruta común. Afortunadamente, el lugar se divisa desde lejos, ya que se encuentra arriba en la montaña.

El sitio se llama Mori Shogunzuka, es un túmulo funerario. El tipo de enterramiento de la nobleza japonesa de la antigüedad le da el nombre a la época: Kofun (desde el siglo III al VII DC). Justamente el significado de kofun es tumba antigua. El hecho de que se divise desde lejos nos habla de su tamaño, dicha tumba es con sus 100 metros una de las más largas de Japón pero nada en comparación con las tumbas de los primeros emperadores del período, una de las tumbas más famosas se encuentra en Osaka y tiene casi 500 metros de largo, 300 de ancho y 35 de alto, está rodeada por un foso con agua. Tal embargadora ha ocasionado su comparación con las pirámides egipcias.

En el pie de la montaña se encuentra el Museo dedicado a la tumba, su excavación y reconstrucción. Al lado se encuentra el Museo de historia de Nagano (muy lindo museo). A la derecha podemos ver el sendero bien señalizado que asciende hasta la tumba, internándose en el tupido bosque de cipreses (Mori significa bosque en japonés). La imagen inferior corresponde al dibujo del emplazamiento, con el sendero de ascenso y los otros elementos del complejo.


Después de 20 minutos de ascenso llegamos al sitio del túmulo, la montaña de piedras resguardaba antiguamente el nicho del sepulcro. Data del siglo IV DC y fue excavada a partir de 1971. Había sido profanada. Más tarde se decidió restaurarla, tarea que demandó varios años culminando en 1991. Las fotografías fueron tomadas desde lo que se considera el frente de la tumba.

Resulta curiosa su característica forma de agujero de cerradura, está orientada al noroeste aunque la parte circular delantera se encuentra desviada con respecto al eje de la parte que conforma un pentágono (la parte de abajo del agujero de cerradura). El porqué de la forma se halla aún sin respuesta, pero son una originalidad japonesa, recientemente se han encontrado en Corea pero parecen ser menos antiguas. La tumba no se encuentra sola, la misma es la construcción más monumental de un complejo de enterramientos que comprende otros túmulos (simples elevaciones circulares cubiertas de pasto) y tumbas más pequeñas como la de la foto de la derecha, al lado de la tumba mayor.



En la “terraza”, en la parte circular, se encuentra demarcado el sitio donde reposaba el cuerpo del señor, rodeado de sus valiosas pertenencias y otros objetos útiles para la vida de ultratumba. El nombre que se le daba a estos líderes del clan era uji, quienes mandaban sobre un número importante de be o súbditos. Marcan el comienzo en Japón de una definida estructura de poder local cuyo desarrollo va a originar con el tiempo la institución imperial. Precisamente el signo más claro del creciente poder de los uji es la dimensión del conjunto funerario. Realizar semejante obra supone el uso de una importante cantidad de recursos humanos y materiales, debajo podemos ver un dibujo de la construcción.



En los restos de las tumbas del período se encuentran ya objetos de bronce relacionados con la equitación, lo que marca su importación del continente y adaptada por los uji como nueva “arma” de guerra. Otros objetos comunes son los espejos, armas, collares, están relacionados con el poder mágico. También se encuentran por supuesto objetos de terracota de diversas formas, partes del atuendo como sombreros, abanicos, sandalias, personas como guerreros, mujeres, campesinos, edificios, animales, etc. En la superficie del monumento se observa una infinidad de urnas de terracota, las mismas también son características de la época. En la foto se observan las fases de su fabricación.



Aunque la mayor concentración de este tipo de complejos funerarios se encuentra en la región de las actuales Kyoto y Osaka, en las montañas que rodean a Nagano se encuentran varios, como lo podemos ver en la imagen inferior.

Los tiempos han dejado muy atrás al mundo de los uji y sus súbditos. Las guerras, los amores, los miedos que experimentaron los antiguos japoneses Kofun, una cultura sin escritura, permanecen en silencio. La tumba es hoy el símbolo más evidente del silencio en el cual toda una sociedad esconde sus secretos.

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